Ser mamá de por sí ya es un trabajo que demanda tiempo. Imagínate si tienes TDAH, cuyos síntomas como la impulsividad, la dificultad para organizar ideas y espacios, los problemas con el manejo del tiempo y la planificación te agobian, definitivamente cumplir el rol de padres se torna una tarea doblemente difícil.
Si tienes un hijo con TDAH, existe entre el 20 y 50% de probabilidad de que tú o tu pareja tambien califiquen para el diagnóstico. No siempre es el papá. Las investigaciones han descubierto que en las familias donde hay dos hijos con TDAH, existe la probabilidad de que ambos padres lo tengan.
Los síntomas del TDAH, dificultan la parentalidad en varios sentidos, por ejemplo: a veces estás distraída y no supervisas dónde están y qué están haciendo tus hijos y ocurren los accidentes. En otras ocasiones no prestas atención a sus conductas positivas y te enfocas más en las negativas, haciendo que los conflictos sean más frecuentes.
Las inconsistencias e incoherencias a la hora de educar a tus hijos son otros de los aspectos más frecuentes en mamás con el diagnóstico. Un día pueden ser las mamás más exigentes y autoritarias, y al día siguiente las más relajadas y bondadosas. Esto hace que a tu hijo le cueste más entender y obedecer tus reglas, adquirir hábitos, controlar sus emociones, se confunde, no hay un mensaje claro.
Por tanto, los hijos de madres con TDAH son más propensos a desafiar y desobedecer a sus madres, incluso si no tienen el diagnóstico.
¿Cómo ser una buena mamá teniendo TDAH?
Aquí te dejo algunas sugerencias si eres mamá con TDAH:
1. Busca un diagnóstico y comienza el tratamiento. Una madre con TDAH que no ha recibido diagnóstico ni tratamiento intentando criar a un hijo con estas mismas características es la receta perfecta para un conflicto crónico y otros problemas psicológicos como ansiedad, depresión, trastornos de conducta, entre otros.
2. Explica los sintomas del TDAH a tu familia. Es importante que tanto tus hijos, tu pareja, y la familia cercana conozcan tus dificultades, para que puedan ser tu red de apoyo en el momento que lo necesitas.
3. Ten en claro que tener TDAH no te convierte en una mala madre. Al contrario, te brinda la capacidad de empatizar con tus hijos, encontrar soluciones creativas para los problemas y crear un hogar que funcione para ustedes.
4. Trata de organizar tu hogar de tal manera que sea fácil de limpiar y mantener en orden. Busca ayuda externa para las tareas que te generan tensión. Si sientes que no puedes mantener las cosas limpias, contrata una persona que te ayude con eso.
5. Junto con tus hijos, elaboren una lista de las reglas de convivencia en casa. Ponlas en un lugar visible. Elige las batallas que pelearás y asegúrate de trabajar en equipo con tu pareja, que tus niños reciban el mismo mensaje de ambas partes.
6. Toma un tiempo para calmarte cuando sientes que tus emociones te desbordan antes de decir o hacer cualquier cosa. No actúes impulsivamente, aprende a tomar un tiempo fuera.
7. Anticípate a los problemas y encuentra soluciones previamente. Trata de identificar esas situaciones de riesgo, aquellas donde sueles tener conflictos de manera frecuente, como por ejemplo, levantar a los chicos por la mañana, ayudarlos en los deberes escolares, la hora de la comida o del baño, haz un plan junto con ellos, ensáyalo y ponlo en práctica.
8. Si las rutinas te son útiles, trata de establecer algunas para ti y tus hijos, por ejemplo seguir alguna rutina en las mañanas a la hora de levantarse y en las noches a la hora de acostarse.
9. Utiliza un reloj que emita alarmas. Los padres con TDAH, solemos distraernos y no prestar atención a nuestros hijos. Utiliza alarmas que te recuerden que debes prestar atención a tu hijo, para vigilar y supervisar que no corra algún riesgo, o simplemente para encontrarlo haciendo algo bueno y felicitarlo. Cuando suene la alarma, deja lo que estás haciendo y ve qué está haciendo tu hijo, si lo encuentras haciendo algo productivo felicítalo, poco a poco esto se hará un hábito.
10. Dividan las tareas de manera inteligente, junto con tu pareja. Identifiquen sus fortalezas y háganse cargo según ellas, por ejemplo: Si uno de ustedes es más organizado que el otro, entonces es la persona que ayudará al niño en temas de organización. Si uno es más puntual que el otro, será el que se haga cargo de las actividades que requieran horarios estrictos del niño. Si uno suele mantener la calma más fácilmente que el otro, entonces será quien aplica las medidas disciplinarias frente a un mal comportamiento.
11. Escribe todo, mensajes telefónicos, tareas pendientes, lista de compras, mantén un papel y un bolígrafo cerca del lugar donde sueles pasar el mayor tiempo, o quizás puedes utilizar una aplicación del teléfono para estas anotaciones que sean tus recordatorios.
12. Las comidas suelen ser otro problema. A menudo las mamás con TDAH tenemos dificultad para planificar las comidas porque olvidamos qué comprar o nos sentimos abrumadas por todas las opciones que tenemos en los supermercados. Crea fichas de las comidas que te gusta preparar donde se incluyan los nutrientes básicos. Puedes mantener esas fichas en tu teléfono o en tu cartera para que estén a la mano cuando llegues al supermercado y comprar solo lo de la tarjeta, esto ayuda también a controlar las compras impulsivas.
13. Utiliza el buen sentido del humor. Ríete de los desafíos del TDAH. Si se te quemó la cena (me pasa muchas veces) si te olvidas de una clase de tu hijo, o te olvidas de comprar algo, solo di “es mi TDAH que se interpuso hoy día” y a buscar soluciones.
14. Cómo mínimo una vez por semana, dedícate un tiempo para ti. Busca una afición, un deporte, una actividad lúdica, una salida con amigos que te renueve emocionalmente y te libere del estrés.
15. Encuentra lo que funciona para ti. No es necesario que sigas al pie de la letra todas estas sugerencias, como lo escuchas son solo sugerencias, utiliza el sistema que funcione mejor para tu familia, será válido siempre y cuando sea ecológico, es decir que no dañe a nadie.
María Elena Huamán
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